Hace unos años la imagen típica de Tarifa era una playa salpicada por las coloridas velas de las tablas de windsurf, un deporte que llegó a las costas de Andalucía en los 70 y convirtió a este municipio gaditano en la meca de viento.
Ahora, jóvenes y no tan jóvenes llegados de toda Europa vuelven a Tarifa, pero los deportes de moda ya no son el windsurf o el kitesurf. Lo último en las aguas del suroeste español, donde confluyen el Atlántico y el Mediterráneo, es el paddle surf.
También conocido como SUP (Stand Up Paddle Surf), este nuevo deporte se basa en dos elementos: la tabla, algo más grande que la tabla de surf y el remo o paddle.
Al contrario que el wind o el kite, para practicar el paddle es necesario que el viento no sople muy fuerte, o mejor incluso que no sople. La tabla se impulsa con el remo. El navegante va de pie disfrutando del ángulo de visibilidad que ofrece el estar de pie sobre la tabla. Si hay olas, el remo ayuda a cogerlas y surfearlas.
En Tarifa se practica desde hace más o menos dos años, aunque se trata de un deporte muy antiguo. Algunos sitúan su origen en Hawai y otros en el Perú precolombino. La traducción hawaiana es ‘Hoe he'e nalu’, que significa ‘ponerse de pie, remar, navegar una ola’. El paddle surf llegó a California en el año 2000 y de ahí se extendió al resto de Estados Unidos para llegar más tarde a Europa.
Tarifa fue uno de los primeros lugares de Europa donde se comenzó a practicar y ahora casi todas las escuelas deportivas de la zona ofrecen cursos para conocer este nuevo deporte. En la web de Cádiz Turismo se puede encontrar el listado completo de escuelas.
Los responsables de Art of Surfing, una de ellas, cuentan que cada año más personas acuden a la llamada de la tabla y el remo: ‘Tiene mucho futuro porque reúne dos importantes requisitos para convertirse en un deporte popular: no es ni excesivamente difícil, ni caro de practicar’.
Un equipo básico de paddle surf formado por la tabla y el remo puede salir por unos 700 euros, más o menos la mitad de uno de kitesurf y bastante más económico que una tabla y la vela necesaria para el windsurf.
Desde ‘Art of kiting’ explican que tampoco es un deporte excesivamente complicado y que cualquiera puede atreverse, eso sí, siempre después de dar un curso de iniciación. En esta escuela ofrecen uno de dos horas por 50 euros, además de la posibilidad de alquilar el equipo. Una buena opción para probarlo antes de lanzarse a comprar el equipo.
Por su parte, Daniele Olivieri, de KTS Tarifa, destaca el lado ‘místico’ del paddle surf. Para él es un deporte, pero sobre todo es una ‘experiencia espiritual y de identificación con la naturaleza y el entorno’, por lo que lo recomienda como terapia de relajación.
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