Tras décadas de violencia, el estado mexicano de Michoacán se ha convertido en un lugar pacífico donde las comunidades locales se garantizan su propia seguridad. Sin embargo, la amenaza del narcotráfico y los abusos gubernamentales sigue estando latente. "Tengo 15 años viniendo aquí, pero empecé a surfear hace seis años. Era un contraste de realidades: de un lado la gente peleaba por la tierra, la justicia, la libertad... y del otro lado nosotros disfrutando, pero corriendo el peligro de que vinieran los criminales". La que habla es Marina López, una mujer originaria de Guadalajara que está dispuesta a pasar un buen fin de semana en uno de los paradores turísticos de la costa del estado de Michoacán, en el Pacífico mexicano. Y es que las cosas no siempre han estado calmadas en esta región de México. Por lo menos desde el año 2002, la presencia de grupos del crimen organizado ha sido constante, dejando un rastro de asesinatos, desaparecidos y una fractura en e...