El fotógrafo Chris Hasson sacó una impactante foto de su hijo Eden, de 10 años, a punto de toparse un tiburón blanco mientras surfeaba en las aguas de Nueva Gales del Sur, en Australia, país conocido por la alta población de este depredador y por sus ataques esporádicos a los humanos. Tras detectar posteriormente una silueta oscura en una de las fotos, Hasson la amplió y descubrió las terribles fauces del tiburón justo en la trayectoria de su hijo. Aunque admite que se asustó en un primer momento, luego se sintió aliviado cuando un experto le dijo que el tiburón, de 2,5 metros, era joven. "El lenguaje corporal de la foto muestra que el tiburón era pasivo y no agresivo. Eso me hizo estar tranquilo, al igual que Eden", dijo a RT, precisando que al día siguiente fueron a surfear. Eden contó que se habría asustado y caído al agua si se hubiera percatado de la presencia del tiburón.